29 de octubre de 2011

LA POLÉMICA DE MARITHÉ AND FRANÇOIS GIRBAUD (16 de marzo de 2005).

La marca de ropa Marithé et François Girbaud ideó en 2005 una campaña publicitaria basada en la Última Cena de Leonardo da Vinci, pero la tuvieron que retirar de la mayor parte de Europa ante las acusaciones de blasfemia.























Primero Italia, después Francia y ahora España. La campaña de verano de 2005 de Marithé and François Girbaud iba camino a convertirse en la más célebre de la temporada. En ambos países se había retirado de las calles los carteles que exhibían la particular visión que la compañía ofrecía de 'La última cena' de Leonardo Da Vinci. En España, la publicidad pudo verse en las revistas.

El Instituto de Autodisciplina Publicitaria italiano emitió a principios de febrero un dictamen que censuraba la imagen. La escena, obra de la fotógrafa Brigitte Niedermair, reproduce 'La última cena' de Leonardo da Vinci con mujeres en lugar de hombres.

La decisión de este organismo obligó a la firma textil a retirar los carteles que había instalado en Milán. "El hecho de que una de las apóstoles esté abrazando el torso desnudo de un hombre simplemente aumenta la ofensa de la imitación, al igual que el uso totalmente gratuito de símbolos cristianos como la paloma, el cáliz y la ropa del presunto Cristo mujer", señalaba el Instituto.

Lo mismo ha ocurrido en Francia. Allí ha sido el Tribunal de Gran Instancia de París el que, tras una denuncia de la jerarquía católica, decidió vetar el anuncio exhibido en la calle en un cartel de 400 metros cuadrados.

Según fuentes de Marithé, el trabajo de la fotógrafa expone una visión alternativa del mundo. Aseguran que si las protagonistas de esa cena hubieran sido todas mujeres, el mundo no estaría donde está. La empresa asegura que su 'Última cena' "escenifica una nueva feminidad e invierte la idea de Da Vinci invitando a un único hombre".

En su opinión, "la mujer deja de ser objeto de la imaginación masculina y se erige en protagonista activa de una obra de arte". La empresa lamenta los incidentes porque, argumenta, su intención nunca fue ofender a nadie.

Han sido los creativos de la empresa textil francesa los que han desarrollado la campaña, que el propio diseñador supervisa hasta los últimos detalles.

En España, las revistas femeninas denominadas "de alta gama" como Vogue, Elle, Marie Claire o Woman y las de tendencias como Vanidad exhibieron entre sus páginas la publicidad de Marithé aunque solo por un pequeño tiempo, pero no pudo llegar a verse en vallas publicitarias.

Según fuentes de la empresa en España, el hecho de que en nuestro país no se haya exhibido la campaña en la calle es cuestión de números. En Francia e Italia -explican- el dinero que Marithé emplea en publicidad es mucho más elevado que en España. "Si hubiéramos tenido más presupuesto, seguro que lo hubiéramos hecho", señalan fuentes de la compañía.

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